¿Quién no se ha sentido deprimido alguna
vez? Muchas veces por razones justificadas pero otras sin causa aparente… nos
sentimos tristes, apáticos, perdidos, frustrados… cuando estas sensaciones se
prolongan en el tiempo, es cuando se cae en la llamada depresión clínica..
es decir, cuando a esta sensación se le da categoría de enfermedad.
Son múltiples las causas que pueden
desencadenar un proceso depresivo, en todos ellos se produce una alteración en
ciertos neurotransmisores, citoquinas (proteínas
que regulan la función de las células que las producen u otros tipos celulares)
y hormonas, estas alteraciones parece que influyen de forma considerable en el
desarrollo de la enfermedad, se produce un trastorno a nivel del eje
hipotálamo- hipofisario- adrenal, que implica que hay una fuerte relación entre la
serotonina y el sistema inmune.
Los síntomas de esta enfermedad son:
-
Irritabilidad.
-
Las actividades con las que
antes se disfrutaba dejan de tener efecto satisfactorio.
-
Problemas de sueño, puede que
se duerma demasiado o que se tengan problemas para conciliar el sueño.
-
Lo mismo ocurre con las ganas
de comer o se tiende a comer en exceso o se deja de comer.
-
Y con los movimientos, o bien
se mueve muy rápido o muy lentamente.
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Sensación de fatiga y
agotamiento.. de falta de energía.
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Sensación de culpa, fracaso,
inutilidad, odio a uno mismo.
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Dificultad para concentrarse.
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Apatía, inactividad y
retraimiento de la actividad habitual.
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Sentimientos de desesperanza
y abandono.
-
Pensamientos constantes
de muerte o suicidio.
Cuando se padecen 5 o más de estos
síntomas durante más de dos semanas se considera depresión mayor, si se tienen
menos síntomas pero se prolongan en el tiempo se trata de una depresión menor,
en ambos casos ha de ser tratada ya que pueden ser incapacitantes, hay un tipo de depresión más leve denominada distimia que puede durar años si no se
trata(la persona puede pasar largos periodos de tiempo en una situación
de desasosiego constante sin saber que está
enferma).
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
indicó que la depresión se convertirá en el año 2020 en la segunda causa de
incapacidad en el mundo, detrás de las enfermedades isquémicas (infartos,
insuficiencia coronaria, accidente cerebrovascular) mientras que en el año 2000
ocupaba el cuarto lugar.
Un estudio realizado en la Universidad de
Arizona, con el auspicio de la Oficina de Medicinas Alternativas de los Estados
Unidos, demostró que la acupuntura es un instrumento eficaz para combatir la
depresión.
El Dr. John Allen, profesor de psicología
en la Universidad de Arizona, decidió probar cuan efectiva era la acupuntura
tratando varios síntomas de depresión. Para esto dividió un grupo de 34 mujeres
deprimidas que no estaban recibiendo medicamentos para la depresión en tres
subgrupos. A uno de ellos se le aplicó acupuntura en los puntos recomendados
para aliviar la depresión. Otro subgrupo recibió acupuntura, pero en puntos no
recomendados para tratar la depresión. El tercer grupo no recibió acupuntura.
Luego de un tratamiento que duró ocho semanas, las mujeres del subgrupo que
recibió acupuntura en los puntos recomendados registraron una reducción de un
44 % en los síntomas de depresión mientras que las que recibieron acupuntura en
puntos no específicos, mejoraron en un 22 %. Las que no recibieron acupuntura
mejoraron solamente en un 14 %.
Por medio de la acupuntura se reestablece
la energía y se equilibra el sistema hormonal, a la vez que se tonifica el
sistema inmune y se reducen los síntomas que acompañan a la depresión como el
agotamiento, problemas de sueño,
apetito…
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