viernes, 21 de junio de 2013

Insomnio




¿Quien no ha padecido insomnio alguna vez? Hay muchas razones que nos hacen pasar una mala noche o una noche “en blanco”, el problema es cuando esta situación deja de ser excepcional y pasa a ser constante, la falta de sueño tiene efectos inmediatos tales como falta de concentración, somnolencia, torpeza, ralentización y disminución de la actividad, estos síntomas desaparecen rápidamente con una buena noche de sueño pero si el problema sucede de forma continuada durante largos periodos de tiempo, la falta de sueño puede llevar a situaciones mucho más graves.
 
Durante el sueño, se produce una perdida reversible de la conciencia y actividad motora por medio de la cual se consigue la reparación del cansancio físico y psíquico.  
Una persona adulta debería dormir al menos de 7 a 9 horas diarias, cosa que raramente se consigue debido a la vida que llevamos.
Las personas que duermen menos de 6 horas están expuestas a importantes riesgos, según un estudio de la Universidad de Texas, después de 7 noches de poco sueño ya sufrimos alteraciones genéticas que podrían desencadenar en problemas cardíacos y obesidad, entre otras enfermedades.
Según un estudio de la Clínica Mayo (Estados Unidos), la falta de sueño aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, el riesgo es cuatro veces mayor para los adultos que duermen menos de 6 horas de manera regular.
La falta de sueño provoca cambios hormonales que aumentan el apetito, además es un apetito de comida poco saludable y alta en calorías, como si de antojos se tratara, las ganas de comer se transforman en necesidad, lo cual conduce inevitablemente al aumento de peso.
La falta de sueño aumenta la resistencia a la insulina, por lo que se corre más riesgo de padecer diabetes.
Normalmente cuando se duerme poco o mal, aumentan los olvidos y disminuye la memoria, si la situación se prolonga en el tiempo, se pueden provocar daños cognitivos permanentes, esto es debido a que durante el sueño se activa el almacenamiento de la memoria.
Dormir poco puede causar “deterioro cerebral”, según un estudio de la Universidad de California.
También los huesos se pueden ver afectados, según un estudio del Colegio Médico de Wisconsin (EEUU), la falta de sueño puede conducir a la osteoporosis. En un experimento con ratones, los investigadores encontraron que la densidad mineral de los huesos y la médula ósea disminuyó en los roedores cuando fueron privados de sueño por 72 días.
                                                 
Una investigación de la Sociedad Americana del Cáncer, determinó que dormir poco incrementa el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer, como el colorrectal o de mama.
Como consecuencia de la falta de sueño la producción de sustancias químicas y hormonales se altera, y puede provocar enfermedades cardiacas, quienes duermen 6 horas o menos tienen un 48% de riesgo de desarrollar o morir por una enfermedad cardíaca.
Un estudio publicado en Journal Sleep, concluyó que quienes duermen menos de 7 horas por noche mueren más jóvenes. Se determinó que quienes descansan poco son cuatro veces más propensos a morir dentro de los siguientes 14 años por diversas enfermedades, no sólo problemas cardíacos.
Insomnio se define como la dificultad para iniciar el sueño, aunque en realidad puede producirse de varias maneras, como dificultad de conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial); despertarse frecuentemente durante la noche (insomnio intermedio); o despertarse mucho más pronto de lo deseado (insomnio terminal).
También se clasifica de diferentes maneras:
-        En función de la duración: agudo o transitorio, de corta duración, debido a situaciones no habituales (viajes, exámenes…) y que desaparece con ellas; de duración media, dura un mes aproximadamente y se debe a situaciones más graves o de mayor duración (problema familiar, económico, laboral..); larga duración más de un mes, las causas son varias y no claras, puede tratarse de verdadero insomnio.

-        Por su intensidad puede ser: leve o ligero, ocurre casi cada noche pero no representa una alteración de la calidad de vida; moderado, ocurre cada  noche y afecta a la calidad de vida de forma moderada, aumenta la fatiga, irritabilidad, ansiedad…; grave, ocurre cada noche como el anterior pero el deterioro es mayor, así como sus efectos.

-        Según la forma en que se presenta: de conciliación, cuando se tarda más de 30 minutos en conciliar el sueño; de mantenimiento, el sueño se ve interrumpido durante la noche y es difícil recuperarlo; de despertar precoz, la persona se despierta antes de lo deseado es más típico en ancianos y personas depresivas.
Con Acupuntura lo que se consigue es calmar el sistema nervioso, se disminuye el estrés y se reequilibran las energías, el cuerpo se relaja y en muchas ocasiones el paciente se duerme durante la sesión.
Hay gran diversidad de estudios que demuestran que la acupuntura es muy efectiva en los casos de insomnio, y sin olvidar que no tiene efectos secundarios, mientras que la farmacología tiene serios efectos secundarios.

También se pueden mejorar las horas de sueño adoptando algunos sencillos hábitos como hacer ejercicios de relajación, meditación, respiración..; evitar grandes comilonas nocturnas, especialmente comidas picantes, carnes rojas, alcohol, cafeína, y no comer nada al menos una hora antes de acostarse; no hacer ejercicio por la tarde-noche; no trabajar por la noche, intentar dejar la mente tranquila; apagar la televisión, ordenador o aparatos electrónicos una media hora antes de acostarse .
 
 

jueves, 13 de junio de 2013

Hipertension, Tension arterial alta o HTA


 
La tensión arterial sube cuando la sangre aumenta su presión sobre las paredes tanto de las arterias y las venas, como del propio corazón, esta presión constante, mantenida durante un periodo de tiempo es una dura prueba para las paredes de los vasos sanguíneos y corazón, a los que produce serios daños, los vasos van perdiendo su revestimiento y su elasticidad, se van endureciendo, la hipertensión crónica es un factor de riesgo grave, si no se soluciona a tiempo, en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, enfermedad cerebrovascular y renal.
La hipertensión se presenta de distintas maneras, los síntomas suelen ser agudos, entre ellos puede haber mareos repentinos, nerviosismo, inquietud, dolores de cabeza, problemas respiratorios e intestinales, insomnio, irritabilidad, palpitaciones, tinnitus (o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de ninguna fuente externa), debilidad ocular y muscular….
Pero el problema de la hipertensión es que a veces no produce síntomas, la persona no sabe que está enferma lo cual puede llegar a ser un serio problema.
Importantes factores de riesgo son la herencia familiar, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, exceso de sodio en los alimentos..
 
Por ello toda persona con problemas familiares de hipertensión y sobretodo a partir de los 40 años deberían vigilar su presión arterial; debería evitar el sobrepeso; hacer ejercicio físico, dentro de sus posibilidades y preferiblemente al aire libre, un paseo de 30 minutos al día puede ser de gran ayuda; la sal y los alimentos salados se han de reducir al mínimo, así como las grasas animales y aumentar el consumo de verduras, fruta, legumbres y fibra, la dieta es un elemento esencial para el control de la tensión; eliminar el tabaco y evitar en la medida de lo posible el  alcohol, ambientes contaminados, café, té.. bebidas excitantes en general.

 
No es una enfermedad que pueda ser completamente eliminada pero si se puede evitar que culmine en problemas cardiovasculares o renales, si además de cambiar nuestros hábitos de vida, le combatimos con acupuntura podemos controlarla y evitar sus peligrosas consecuencias.
La hipertensión en Medicina Tradicional China se corresponde con una fuerte subida de Yang, viento o fuego hepático, también se relaciona con humedad en el bazo que provoca un desencuentro entre riñón y corazón, está especialmente relacionado con el hígado y su emoción, ira, rabia, depresión, estrés, el exceso de grasa.. por ello es necesario conseguir que el riñón enfrié el hígado para que este envíe menos sangre al corazón y así disminuir su fuerza contráctil.
Por medio de la inserción de agujas de acupuntura se consigue que las células del cerebro liberen más neurotransmisores, se activa el sistema parasimpático (que pertenece al sistema nervioso autónomo, que controla las funciones y actos involuntarios) y disminuye la frecuencia cardiaca y varia el calibre de los vasos sanguíneos, reduciendo así factores que producen hipertensión.
Gracias a la acupuntura podemos facilitar el control de la hipertensión y disminuir las cifras tensionales, de forma eficiente y con esto reducir la medicación y sus efectos secundarios.

 
 

domingo, 9 de junio de 2013


COMO NOS AFECTAN LOS CAMBIOS CLIMATICOS….

 


Desde hace ya más de 3000 años, la teoría de los cinco elementos en medicina tradicional china, asigna a cada órgano principal del cuerpo una estación específica: así el hígado se corresponde con la primavera que genera; el corazón con el verano que expande; el bazo con la quinta estación, una estación intermedia, no tiene estación propia y acoge a todos los elementos para la transformación de sus energías, estabiliza; al pulmón con el otoño que contrae y al riñón con el invierno que conserva; cada órgano es especialmente sensible a su estación que puede debilitarlo y hacerlo vulnerable.
En la antigua Grecia, el gran medico Galeno, utilizaba un particular procedimiento para diagnosticar, según el cual, ciertos días de cada fase lunar provocaban sus propios y singulares efectos en las enfermedades o tratamientos de médicos.
Hipócrates definía el clima como el conjunto de circunstancias atmosféricas propias de una región, capaces de influir sobre los seres vivos. La climatología médica, se basa en estos principios, y se dedica al estudio de la influencia que el clima ejerce en los seres humanos, tanto por sus efectos terapéuticos como por sus posibles perjuicios para la salud.
En el siglo pasado, se profundizo más en los estudios que buscaban una relación entre los fenómenos climáticos y ciertas enfermedades, y se ha encontrado una influencia directa de estos, en enfermedades como el glaucoma, los trastornos cardíacos y circulatorios, cólicos nefríticos y hepáticos y las alteraciones anímicas, como melancolía, desánimo y angustia; estas investigaciones permiten confirmar que los cambios climáticos coinciden con el aumento de suicidios, crímenes violentos y otras manifestaciones relacionadas con la conducta y las actividades humanas.

De que modo nos afectan estos cambios:

En primavera empezamos a sentirnos más animados gracias a la luz del sol que nos levanta el ánimo, la luz del sol produce una radiación ultravioleta más intensa durante la primavera y el verano, esta radiación hace que disminuya la producción natural de melatonina, que es la hormona encargada de hacernos sentir sueño, y hace que aumente la serotonina que es la hormona del bienestar,  que nos hace sentir alegres, felices… pero si nos falta la luz del sol en primavera o verano, disminuirán los niveles de serotonina por lo que tendremos más posibilidad de sentirnos deprimidos y aumentara la melatonina que nos hará sentir somnolientos, estaremos decaídos y provocara que quienes tengan antecedentes de problemas mentales corran el peligro de caer en depresiones serias.
Las variaciones de presión barométrica influyen directamente en la humedad del ambiente, haciendo que esta aumente o disminuya, esto provoca que los tejidos del organismo se hinchen, aunque para muchas personas este hecho pasa prácticamente inadvertido, para aquellos que padecen artritis, artrosis, enfermedades reumáticas, fibromialgia... es un serio problema ya que la más leve inflamación de las articulaciones aumenta considerablemente su dolor.
Los cambios de presión barométrica también son desencadenantes de un alto porcentaje de migrañas, ya que mientras que el calor dilata las  venas y capilares, el frio las contrae, la alternancia entre ambas puede provocar estos molestos dolores de cabeza en las personas propensas a ellos e incluso en personas que normalmente no los padecen.
La presión atmosférica, puede alterar notablemente la tensión arterial, las personas hipertensas son sensibles a los cambios de presión, les afectan directamente, tanto el aparato cardiovascular, como el sistema central son muy sensibles a los cambios de presión atmosférica, que en casos extremos pueden provocar: trastornos respiratorios, taquicardia, sensación de falta de aire, dolor de cabeza, pesadez, apatía, disminución de la agudeza auditiva y fatiga muscular.
 

Todo en su justa medida es agradable, pero los excesos para nada son buenos, aunque después de un largo invierno nos apetezca que llegue el calor, si lo que recibimos es una ola de calor, se generaliza el mal humor y con ello llegan los conflictos, esto es debido a que en el cerebro el área que controla la temperatura y el área que controla las emociones están muy cercanos y lo que afecta a uno por proximidad afecta también al otro, si en el primero se eleva mucho la temperatura en el área de las emociones ocurre lo mismo así se exacerban las sensaciones y aumenta la irritabilidad.
El ser humano es un animal de sangre caliente, necesita mantenerse en una temperatura constante de entre 36,5° y 37°C, para lo que emplea intrincados mecanismos metabólicos, vasculares y cutáneos que le ayudan a almacenar el calor en función de la temperatura exterior, el frio intenso hace que este mecanismo provoque una vasoconstricción periférica intensa para aumentar el metabolismo basal y así producir el calor suficiente para mantener una temperatura corporal optima; por el contrario el calor provoca vasodilatación periférica, sudoración perdida de líquidos y electrolitos a través de la piel, para eliminar el exceso de calor y mantener la temperatura óptima.
Un calor extremo, lo que se conoce como golpe de calor puede desencadenar una respuesta desmesurada que provoque hipertermia, deshidratación, dolor intenso de cabeza, y puede afectar seriamente el sistema nervioso central. Un frio extremo puede provocar coágulos sanguíneos que lleven a problemas cardiacos y derrames cerebrales.
La humedad dificulta la sudoración y aumenta la eliminación de líquidos a través del riñón, el exceso de humedad es difícil de tolerar, es molesta e irritante.
 

Las lluvias y nieve, a pesar de aumentar el grado de humedad, limpian el ambiente, arrastran el polvo y otras partículas suspendidas,  en principio purifican y mejoran el aire que respiramos, sin embargo las personas que padecen asma se ven seriamente afectadas después de las tormentas, más intensamente si se trata de tormentas con ráfagas de viento moderados a fuertes y humedad; esto puede ser debido a que la lluvia hace explotar los granos de polen facilitando su inhalación y los relámpagos pueden desatar una reacción química que transforme contaminantes en promotores de asma.

El viento afecta directamente a las personas provocando irritabilidad, insomnio, angustia, fatiga o palpitaciones.
 
Mas información sobre la influencia del clima en ¿Nos afectan los cambios climmaticos? 
 
 
 
 

jueves, 6 de junio de 2013


¿NOS AFECTAN LOS  CAMBIOS CLIMMATICOS?





Como cualquier otro ser vivo, el hombre está adaptado a unos ciclos vitales, temporales y estacionales, necesita de primavera, verano, otoño, e invierno. Si bien es cierto, que dependiendo del lugar en el que se viva estos pueden tener una duración diferente e incluso alguno de ellos ser inexistentes, pero aun así el cuerpo esta adaptado a esta determinada estacionalidad, al igual que hay diferentes tipo de plantas y animales según el lugar del mundo en el que crezcan.
El problema sobreviene cuando esta estructura estacional se altera, como está ocurriendo en los últimos años en general y en este en particular, estamos siendo testigos de estaciones que prácticamente desaparecen, temperaturas extremas tanto de calor como de frio o alternancia de frio y calor en periodos muy cortos de tiempo.
Esta situación puede afectar seriamente al ser humano tanto física como anímicamente, el organismo es muy susceptible a los cambios de temperatura, para el cuerpo humano supone una situación de estrés para la que tiene que generar los mismos mecanismos fisiológicos de adaptación que si de otra difícil situación estresante se tratara.
El sistema inmunológico se ve afectado de forma directa, el frio brusco provoca una vasoconstricción proporcional a la temperatura que lo provoca, detiene los procesos de construcción celular, para canalizar la energía hacia las necesidades inmediatas; la inflamación es una respuesta inmunitaria primaria ante cambios bruscos de temperatura.
 
En los casos de frio extremo y brusco, el organismo reacciona provocando una vasoconstricción, seguida de un proceso preinflamatorio que es el que nos da la sensación de enfermar.  
Los cambios bruscos de temperatura hacen que nuestras defensas tengan que trabajar más, también influyen en nuestra forma de actuar, alteran nuestra salud, afectan a nuestras lesiones musculares, óseas, corazón, dolores, y estado de ánimo.
Estamos acostumbrados a sudar con el calor, deshidratarnos en verano, o a tiritar con el frio o incluso a acatárranos en invierno, son hechos conocidos para los que estamos preparados y de los que mal que bien podemos defendernos, pero las variaciones de temperatura que no tenemos asumidas, esas alteraciones que no controlamos por inesperadas, nos afectan en muchas ocasiones de forma inadvertida, nos hacen estar mas irritables, nerviosos, alterados, hastiados, agotados.....
Una investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), sugiere que los cambios de tan sólo un grado centígrado, durante el verano, pueden acortar la esperanza de vida de las personas de edad avanzada con dolencias crónicas, provocando miles de muertes adicionales cada año.
Por su lado, el frio a destiempo también puede causar estragos, ya lo hace habitualmente en invierno, pero siempre es peor cuando no es su momento por que el  cuerpo no ha tenido tiempo de adaptarse, o cuando es mucho más intenso de lo esperado. Según la Federación Británica del Corazón, hay más riesgo de sufrir infartos y derrames cerebrales, porque los vasos sanguíneos se contraen, el corazón se esfuerza más y la composición de la sangre cambia, aumentando el riesgo de coágulos.
El cuerpo humano es capaz de mantener su temperatura gracias al equilibrio entre la producción de calor y su disipación, produce calor por medio de movimiento o en su caso por medio de tiritonas y se deshace de el gracias al sudor o el aumento de la frecuencia respiratoria, pero estos mecanismos no siempre son suficientes en casos de temperaturas extremas, excesiva humedad, inesperados o no habituales.
No obstante, no hay que olvidar que un cambio de temperatura brusco no siempre ha de provocar enfermedades ya que el desarrollo de la misma depende también de otros factores, como la presencia o no de microorganismos que produzcan una infección o la capacidad defensiva corporal específica de cada persona.
Los cambios climatológicos bruscos afectan especialmente a las personas que padecen algún tipo de trastorno mental, como depresión, ansiedad, más o menos graves, puede provocar que sufran recaídas o que se acentúen sus episodios de crisis.
La primavera es la estación en la que nuestro cuerpo se adapta pasando paulatinamente del oscuro y frio invierno, a la luz y el calor del verano, una explosión de luz, color, olores, que ya de por si provocan trastornos en el ser humano, tanto la primavera como el otoño al ser estaciones de cambio son las más duras para el organismo(son en las que hay más problemas digestivos, alérgicos, mentales.), pero más duro es que estas no existan y se pase de un frio intenso a un calor intenso; el cuerpo se desorienta, el cerebro queda trastocado, padeciendo síntomas de desestabilización como pueden ser alteraciones en el sueño, un cansancio físico mayor de lo habitual, irritabilidad, tristeza, ansiedad , migrañas o el cansancio son propios de estos cambios de temperaturas y no deberían ser preocupantes si no se prolongan durante muchos días.
 
La luz es un gran estimulante cerebral, esto nos hace estar más alterados, despiertos y revolucionados, el cuerpo la necesita, después de un largo periodo “letargo” con menos luz y más estático, pero si no llega o lo hace alternamente como está ocurriendo esta primavera, en la que estamos pasando de días de bastante calor(los menos…) a días de mucho frio, el cuerpo no sabe como reaccionar ante esta alteración de su propia naturaleza y se estresa.
Por supuesto, el cuerpo podrá reaccionar mejor, ante estos cambios climáticos, cuanto más  equilibrado y sano este, la acupuntura es una gran respuesta ante estos trastornos que desequilibran nuestro estado general ya que como principio, su función es equilibrar la energía interna; en naturopatia hay tratamientos globales que nos ayudan a sentirnos mejor como la homeopatía o flores de  Bach que son una buena respuesta ya que por su especificidad en síntomas puede abarcar todos los diferentes síntomas que suframos como consecuencia de estos desajustes, sin ser medicamentos y sin efectos secundarios innecesarios, nos ayudaran a sentirnos mejor de una forma natural, ante un desajuste producido por la propia naturaleza.


Mas información sobre el efecto del clima en COMO NOS AFECTAN LOS CAMBIOS CLIMATICOS