COMO NOS AFECTAN LOS
CAMBIOS CLIMATICOS….
Desde hace ya más de 3000 años, la teoría de los cinco elementos
en medicina tradicional china, asigna a cada órgano principal del cuerpo una estación
específica: así el hígado se corresponde con la primavera que genera; el corazón
con el verano que expande; el bazo con la quinta estación, una estación intermedia,
no tiene estación propia y acoge a todos los elementos para la transformación
de sus energías, estabiliza; al pulmón con el otoño que contrae y al riñón con el
invierno que conserva; cada órgano es especialmente sensible a su estación que
puede debilitarlo y hacerlo vulnerable.
En la antigua Grecia, el gran medico Galeno, utilizaba un
particular procedimiento para diagnosticar, según el cual, ciertos días de cada
fase lunar provocaban sus propios y singulares efectos en las enfermedades o
tratamientos de médicos.
Hipócrates definía el clima como el conjunto de circunstancias
atmosféricas propias de una región, capaces de influir sobre los seres vivos. La
climatología médica, se basa en estos principios, y se dedica al estudio de la
influencia que el clima ejerce en los seres humanos, tanto por sus efectos
terapéuticos como por sus posibles perjuicios para la salud.
En el siglo pasado, se profundizo más en los estudios que
buscaban una relación entre los fenómenos climáticos y ciertas enfermedades, y
se ha encontrado una influencia directa de estos, en enfermedades como el
glaucoma, los trastornos cardíacos y circulatorios, cólicos nefríticos y
hepáticos y las alteraciones anímicas, como melancolía, desánimo y angustia; estas
investigaciones permiten confirmar que los cambios climáticos coinciden con el
aumento de suicidios, crímenes violentos y otras manifestaciones relacionadas
con la conducta y las actividades humanas.
De que modo
nos afectan estos cambios:
En primavera empezamos a sentirnos más animados gracias a la luz
del sol que nos levanta el ánimo, la luz del sol produce una radiación
ultravioleta más intensa durante la primavera y el verano, esta radiación hace
que disminuya la producción natural de melatonina, que es la hormona encargada
de hacernos sentir sueño, y hace que aumente la serotonina que es la hormona
del bienestar, que nos hace sentir
alegres, felices… pero si nos falta la luz del sol en primavera o verano,
disminuirán los niveles de serotonina por lo que tendremos más posibilidad de
sentirnos deprimidos y aumentara la melatonina que nos hará sentir somnolientos,
estaremos decaídos y provocara que quienes tengan antecedentes de problemas
mentales corran el peligro de caer en depresiones serias.
Las variaciones de presión barométrica influyen directamente en
la humedad del ambiente, haciendo que esta aumente o disminuya, esto provoca
que los tejidos del organismo se hinchen, aunque para muchas personas este
hecho pasa prácticamente inadvertido, para aquellos que padecen artritis, artrosis,
enfermedades reumáticas, fibromialgia... es un serio problema ya que la más leve inflamación de
las articulaciones aumenta considerablemente su dolor.
Los cambios de presión barométrica también son desencadenantes
de un alto porcentaje de migrañas, ya que mientras que el calor dilata las venas y capilares, el frio las contrae, la
alternancia entre ambas puede provocar estos molestos dolores de cabeza en las
personas propensas a ellos e incluso en personas que normalmente no los
padecen.
La presión atmosférica, puede alterar notablemente la tensión
arterial, las personas hipertensas son sensibles a los cambios de presión, les
afectan directamente, tanto el aparato cardiovascular, como el sistema central
son muy sensibles a los cambios de presión atmosférica, que en casos extremos
pueden provocar: trastornos respiratorios, taquicardia, sensación de falta de
aire, dolor de cabeza, pesadez, apatía, disminución de la agudeza auditiva y
fatiga muscular.
Todo en su justa medida es agradable, pero los excesos para nada
son buenos, aunque después de un largo invierno nos apetezca que llegue el
calor, si lo que recibimos es una ola de calor, se generaliza el mal humor y
con ello llegan los conflictos, esto es debido a que en el cerebro el área que
controla la temperatura y el área que controla las emociones están muy cercanos
y lo que afecta a uno por proximidad afecta también al otro, si en el primero
se eleva mucho la temperatura en el área de las emociones ocurre lo mismo así
se exacerban las sensaciones y aumenta la irritabilidad.
El ser humano es un animal de sangre caliente, necesita
mantenerse en una temperatura constante de entre 36,5° y 37°C, para lo que
emplea intrincados mecanismos metabólicos, vasculares y cutáneos que le ayudan
a almacenar el calor en función de la temperatura exterior, el frio intenso
hace que este mecanismo provoque una vasoconstricción periférica intensa para
aumentar el metabolismo basal y así producir el calor suficiente para mantener
una temperatura corporal optima; por el contrario el calor provoca
vasodilatación periférica, sudoración perdida de líquidos y electrolitos a
través de la piel, para eliminar el exceso de calor y mantener la temperatura
óptima.
Un calor extremo, lo que se conoce como golpe de calor puede
desencadenar una respuesta desmesurada que provoque hipertermia,
deshidratación, dolor intenso de cabeza, y puede afectar seriamente el sistema
nervioso central. Un frio extremo puede provocar coágulos sanguíneos que lleven
a problemas cardiacos y derrames cerebrales.
La humedad dificulta la sudoración y aumenta la eliminación de
líquidos a través del riñón, el exceso de humedad es difícil de tolerar, es
molesta e irritante.
Las lluvias y nieve, a pesar de aumentar el grado de humedad,
limpian el ambiente, arrastran el polvo y otras partículas suspendidas, en principio purifican y mejoran el aire que
respiramos, sin embargo las personas que padecen asma se ven seriamente
afectadas después de las tormentas, más intensamente si se trata de tormentas
con ráfagas de viento moderados a fuertes y humedad; esto puede ser debido a
que la lluvia hace explotar los granos de polen facilitando su inhalación y los
relámpagos pueden desatar una reacción química que transforme contaminantes en
promotores de asma.
El viento afecta directamente a las personas provocando irritabilidad, insomnio, angustia, fatiga o palpitaciones.
El viento afecta directamente a las personas provocando irritabilidad, insomnio, angustia, fatiga o palpitaciones.
Mas información sobre la influencia del clima en ¿Nos afectan los cambios climmaticos?
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