domingo, 14 de abril de 2013


DIETA MODERNA Y DEFICIENCIAS EN NUTRICEUTICOS
 

 


La dieta moderna dista con mucho de ser la dieta ideal, pero aunque tengamos las mejores intenciones para elaborar una dieta adecuada,  conseguirlo no resulta fácil ya que hay muchos factores que afectan a los alimentos que consumimos y que por ello hace necesario en muchas ocasiones el tratamiento preventivo con complementos, este sería innecesario si consumiéramos alimentos sin alterar químicamente por el hombre (nitratos, insecticidas, contaminantes ambientales…) que los consumiéramos en las proporciones adecuadas y que estuviera exenta de factores estresantes que aumentasen de manera significativa sus necesidades.
 

Existen numerosos factores que contribuyen a que nuestros suelos sean insuficientes:

-         Sobreexplotación agrícola: Empobrecimiento de los suelos por el uso sistemático de fertilizantes inorgánicos. Esta práctica no solo empobrece en vitanutrientes la planta sino que debilita su sistema inmunológico, haciéndola más susceptible a la acción destructiva de numerosos parásitos, obligando al uso masivo asociado de pesticidas que aumentan el riesgo de cáncer y agotan el suelo.

-         Deterioro del suelo por elementos contaminantes como la lluvia acida.

-         Suelos deficientes: por ejemplo: En yodo, causa bocio endémico; En Zinc, deficiencia inmunológica; En selenio, envejecimiento prematuro, cáncer y enfermedad cardiaca.

-         Maduración artificial: el fruto se recoge verde y se trata con sulfitos y otras sustancias químicas para darle la apariencia de maduro.

-         Conservación: la congelación, deshidratación, la extracción o el envasado privan al alimento de nutrientes valiosos.



-         Refinado del alimento

-         Transporte del alimento

-         Cocinado: lo cocinamos, hervimos, calentamos en microondas y recalentamos los sobrantes

-         Otros factores externos: como el exceso de radiación derivado de la destrucción de la capa de ozono, la contaminación electromagnética, petroquímica, el  consumo de medicamentos, drogas, alcohol y otros muchos factores estresantes que aumentan los procesos oxidativos y las necesidades de antioxidantes y nutrienticos

-         Los estados  de enfermedad o el propio envejecimiento: disminuyen las capacidades absortivas y aumentan las necesidades de nutrientes.

Se van perdiendo la mayor parte de los elementos nutricionales. El alimento original conserva una armonía entre nutrientes principios energéticos. Al eliminar estas vitaminas, minerales y oligoelementos, se convierte en un antinutriente, un alimento que empobrece nuestro organismo de los componentes que son necesarios para metabolizarlo. La quinta esencia de los antinutrientes es el azúcar, es 100% carbohidrato y por tanto no contiene vitaminas ni  minerales, no obstante, necesita ser metabolizado de inmediato. En el proceso para convertir en energía sus constituyentes, la glucosa y la fructosa, se agotan las reservas de los diversos nutrientes implicados, principalmente vitaminas del grupo B, cromo y magnesio.


 
El mismo problema se atribuye a las harinas refinadas. La Asociación Medica Americana AMA, y la Asociación Dietética Americana ADA, han aprobado una nueva pirámide alimentaria basada en el consumo de cereales de los que se recomiendan de 6 a 11 raciones al día, según las necesidades calóricas, aunque los granos enteros sin moler son en efecto una fuente importante de tiamina, minerales, oligoelementos y ácidos grasos esenciales son eliminados en un 70-90% en el proceso de molido lo que contribuye al mismo efecto antrinutriente atribuido al azúcar. Enriquecer los cereales agregado una envoltura incompleta de vitamina B sintéticas y hierro orgánico no altera en esencia los resultados minerales de importancia vital como el selenio, el cromo, el magnesio, el zinc, el manganeso y el cobre no son reemplazados como tampoco nutrientes clave como los ácidos grasos esenciales o la vitamina B6. Pero los responsables de la pirámide alimentaria no hacen ningún esfuerzo en distinguir entre granos enteros y la harina blanca, aunque se conoce el problema. Lo peor de todo es que ahora se consumen carbohidratos como pasta, cereales, pan y galletas más que nunca antes, creyendo de forma errónea que están haciendo una elección saludable.
 

Algunas estimaciones apuntan a que el 80% de los nutrientes que se encuentran en el  alimento se  pierden antes de que se ingieran.

Sobre las posibles causas de esta aberración tenemos que reflexionar, sobre el posible conflicto de intereses que surge cuando los miembros del ADA o del AMA están en las nóminas de la industria alimentaria, o en la directiva de las revistas científicas del campo que deciden que investigaciones se deben publicar y cuáles no. También es para reflexionar el hecho de que la industria de los alimentos procesados y de larga duración sea la de mayores beneficios mucho mayores que la de los alimentos frescos.
 

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