domingo, 3 de marzo de 2013

Colesterol..


Colesterol..

El colesterol no es algo malo para el cuerpo…. Es esencial para la vida!!!

Pero también puede matarte!!!

TU DECIDES…
 
 

Existen dos tipos de colesterol, el llamado colesterol “Bueno” y el colesterol “malo” además de los triglicéridos y el Lp(a).

Se diferencian por  su densidad, el de baja densidad, donde hay pocas proteínas es el “malo”, aumenta el riesgo de enfermedades coronarias. El de más densidad con más proteínas es el considerado “bueno”, este desplaza al de baja densidad “malo”, protegiendo así de enfermedades cardiovasculares.

El LP(a) es colesterol de baja densidad, los triglicéridos son realmente nocivos y están asociados a enfermedades como diabetes y cardiovasculares.
 
 

El cuerpo produce por sí mismo aproximadamente el 80% de su colesterol, el resto depende de la dieta, pero lo ingerido por la dieta no es tan útil como el propio producido por el cuerpo.

Aunque la herencia genética es importante no es determinante, por eso es responsabilidad nuestra conocer qué y cómo actuar para prevenirlo.

Es importante introducir en la dieta ácidos grasos omega3 y omega9. El omega3  rompe el colesterol, se encuentran en el pescado, principalmente en el pescado azul, semillas de lino y nueces. El omega9 es el ácido  oleico propio del aceite de oliva de primera prensión en frio (directo de la oliva), impide que el colesterol se oxide y pase a los vasos sanguíneos formando placas de ateroma que se pegan a las paredes de  venas y arterias obstaculizando el flujo sanguíneo y llegando a producir obstrucciones que lleven a una arteriosclerosis que aumenta el riesgo de infartos cardiacos y cerebrales.
 

Tomando fruta, verdura y legumbres diariamente se aumenta la fibra en el cuerpo, esta favorece el tránsito intestinal en el colon ayudando a que el colesterol malo se elimine.

Los probioticos favorecen el crecimiento de la flora microbiana en el intestino que a su vez colabora en la eliminación del colesterol y  su no reabsorción.

 La actividad física logra una respuesta gradual en una serie de variables que favorecen la reducción de lípidos: los indicadores 'buenos' mejoran con el deporte y los 'malos' tienden a desaparecer, hacer ejercicio de forma regular es indispensable en el tratamiento del colesterol alto, lo importante es hacer algún ejercicio aunque sea suave, un paseo de unos 30 min. diarios puede ser de gran ayuda.

Los azucares refinados se transforman en grasa con la que el hígado fabrica colesterol “malo”, por lo tanto hay que evitarlos, tanto como las grasas animales, transformadas industrialmente y las grasas hidrogenadas, los lácteos hay que eliminarlos contienen un alto porcentaje de grasas saturadas (colesterol malo).
 
 

La comida precocinada, artificiosa, rápida y los fritos, contribuyen a aumentar el nivel de grasa y el colesterol “malo” en sangre.

Se debe cocinar a la plancha o cocido, la “lecitina de soja” en las comidas emulsiona o dispersa las grasas, facilitando su digestión y además disuelve el colesterol "malo", la manzanas, cebollas y té verde contienen flavonoides que actúan como antioxidantes del colesterol “bueno”.
 
 

Es importante leer las etiquetas de los productos que se compran, hay que tener en cuenta que el término “bajo en grasa” es un término publicitario y  por supuesto no hay ningún producto milagroso  en el mercado que baje por si solo el colesterol, no dejes que te engañen, se un consumidor responsable.

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