"La enfermedad no es una crueldad ni un castigo,
sino solo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve nuestra
propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos
cometer más daños; para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que
nunca deberíamos habernos apartado."
EDWARD BACH
Cada
uno de nosotros realiza un viaje único e irrepetible por la vida, y nuestro
estado de salud nos indica en qué punto de este viaje nos encontramos en ese
momento.
“No
hay enfermedades sino solo individuos enfermos”.
La
enfermedad implica perturbación, congestión, fricción, distorsión,
desavenencia, pedida de energía....... etc. Estos
estados avanzan desde su forma atenuada hasta la más exacerbada y se manifiestan
al principio como disposiciones de ánimo negativas y luego como enfermedades corporales.
La
enfermedad corporal cumple la misión de un último aviso, es una lámpara roja de
peligro que emite una señal evidente de que hay que cambiar algo de inmediato.
Todo lo que ofusca la conciencia es negativo y
tarde o temprano conducirá a la enfermedad
A
menudo ocurren experiencias dolorosas a través de episodios vividos en la
infancia, errores de educación, daños del medio ambiente..... etc. que resurgen
en el tiempo y que el subconsciente intenta ocultar y responde con una reacción de represión, como
angustia, inseguridad, depresión, retraimiento, indecisión...... etc.; se bloquea así
una valiosa energía psíquica que impide que parte de las capacidades del individuo
se realicen.
Si
se supera este bloqueo la energía puede ser utilizada en toda su plenitud por
la personalidad, el individuo recupera su energía psíquica.
La
causa de la mayoría de las enfermedades que hoy padece la Humanidad reside, en
pequeña proporción, en el plano mental y
en gran parte en el plano emocional, en el que las emociones inconscientes y
reacciones afectivas subjetivas se bloquean o bien se estimulan en exceso. Esto
conduce a estados afectivos negativos como miedo, odio, celos, ira,
impaciencia, aflicción...... etc.; que repercuten primero sobre el sistema nervioso y despues sobre
otros órganos.
Con
la terapia floral, estos estados anímicos negativos no se combaten como si
fueran síntomas, ya que de este modo se los mantendría enérgeticamente, sino que
se los inunda de vibraciones energéticas armónicas superiores, lo cual hace que
“se derritan como nieve al sol”.
Cada
flor materializa una vibración, expresándose energéticamente en una determinada
frecuencia de oscilación. La esencia de las flores puede hacer que el hombre
retome su armonía mediante su propia frecuencia de vibración armónica a través de
la resonancia de vibración.
La
esencia de las flores de Bach reestablece como si fuera un catalizador, el
bloqueo; “Allí donde el hombre ya no era
del todo el mismo, vuelve a serlo enteramente”
La
simplicidad es el principio fundamental del sistema floral de Bach, tiene que
ver con la unidad, la perfección y la armonía; el individuo se siente atraído por
“las cosas sencillas de la vida”
“En la Naturaleza todo es sencillo”
EDWARD BACH
¿Quién es el ser humano
que esta frente a ti y en que disposición de ánimo se encuentra?